Unión, sensibilidad y adaptabilidad: tres palabras que sobre salen en el programa DIMF

 

Lograr una articulación exitosa entre beneficiarios y programa en medio de la pandemia por Covid-19, es uno de los principales retos que traía acompañar a todos los beneficiarios del Servicio de Desarrollo Infantil en Medio Familiar DIMF.

Durante el periodo de ejecución del año 2020 en la modalidad DIMF se beneficiaron 1.825 niños, niñas y madres, con cupos distribuidos en los municipios del Quindío; con una entrega de 3.524 refrigerios en las siguientes actividades, taller de formación a familias, basado en un dialogo entre familias. Se realizaron atenciones priorizadas en las áreas psicosocial, salud y nutrición; activaciones de rutas de atención ante vulneración de derechos; seguimiento al desarrollo de niños y niñas. Estrategias de información a las familias beneficiarias por medios digitales, como se hizo con el podcast “Ponle el pecho al derecho”.

El cambio de la atención presencial a la virtualidad fue uno de los pasos más destacados, que fortaleció los lazos entre profesionales de cada área y beneficiarios. “Se logró conocer a las familias de manera más particular, generando empatía y receptividad ante las orientaciones de las agentes educativas, logrando una buena conexión con ellas para narrar situaciones de su vida y acatar las sugerencias con el fin de fortalecer estrategias de afrontamiento. A pesar de la emergencia sanitaria, las familias aprendieron a comunicarse, a expresar emociones y sentimientos, a desarrollar de habilidades y competencias y a reconocer los logros realizados por ellas y no enfocarse únicamente en las dificultades”, afirma Milena Hurtado Grajales, coordinadora general de DIMF, en Armenia, Quindío.

Por otro lado, durante los meses de ejecución para lograr un acompañamiento integral a todos los participantes, se realizaron 88.824 llamadas, resaltando “la capacidad de adaptabilidad y adquisición de nuevos conocimientos, sin duda tanto para el talento humano como para las familias de los beneficiarios fue un reto adaptarse a una nueva era tecnológica que les permitió continuar con la cotidianidad. Adicionalmente, el manejo de las emociones, la capacidad de resiliencia y la resolución de conflictos presentados en los diferentes contextos que los rodea”, expresa la coordinadora general.

Milena Hurtado Grajales resume este periodo de ejecución como un completo éxito “Sin duda se logró realizar una articulación significativa entre el talento humano y las familias beneficiarias, permitiendo el compromiso con el programa y el aprendizaje de un sin número de conocimientos, lo cual aumenta los factores protectores y el fortalecimiento de desarrollo integral de los niños y niñas desde un ambiente fundamental, el hogar”.